Yuki Tsunoda tuvo una dura sesión de clasificación en su Gran Premio de casa, en Japón, a pesar de que las cosas empezaron bien en su fin de semana de debut con Red Bull. Se mostró fuerte en las sesiones de entrenamientos libres y terminó séptimo en la Q1, a tan solo 0,024 segundos de su compañero de equipo Max Verstappen.

Pero en la Q2, las cosas no salieron como él quería. No fue capaz de realizar una vuelta limpia y terminó en el 15º lugar de la parrilla y, tras la penalización de Carlos Sainz, saldrá 14º mañana.

Para hacer las cosas más frustrantes, Liam Lawson, el piloto al que Tsunoda sustituyó este fin de semana, se clasificó justo por delante de él en 13ª posición. Aun así, Tsunoda ha hecho un esfuerzo decente, ya que Lawson no consiguió llegar a la Q2 en sus dos primeras carreras de la temporada. Así que, aunque el resultado no fue el ideal, todavía se puede sacar algo positivo.

Tras la sesión, Tsunoda explicó lo que había fallado. Dijo que la preparación para su última vuelta no fue perfecta, lo que le costó la oportunidad de llegar más lejos. “Simplemente me perdí la ventana, supongo que en la Q2,” dijo, citado por Motorsport Week.

“No pude hacer el calentamiento que quería como en las tandas anteriores.” También mencionó que una repentina ráfaga de viento le pilló desprevenido. “Una ráfaga bastante grande en la curva 2, un momento bastante grande con eso, inesperado,” añadió.

El piloto japonés también habló de la puesta a punto del coche y de cómo difería de la de Verstappen. Dijo que fue con un nivel diferente de carga aerodinámica del alerón trasero, lo que podría haber afectado a su rendimiento. "Es un poco diferente al de Max, pero al final elegí el nivel del ala," explicó.

“Aún así, había ritmo para pasar a la Q3 hoy, viendo el ritmo de la Q1. Simplemente no pude juntarlo al final.

Aunque no llegó a la Q3, Tsunoda se mantuvo tranquilo y positivo. Dijo que no sentía demasiada presión, a pesar de que era su primera sesión de clasificación para Red Bull y delante de su público.

“Sorprendentemente, creo que me siento bien en términos de presión,” dijo. “Probablemente sentí la presión más el año pasado que este año. Este año simplemente tengo más mentalidad para disfrutarlo y sentir el coche.”

Admitió que el coche de Red Bull es bastante difícil de pilotar y lleva tiempo acostumbrarse a él. “Es bastante difícil pilotar este coche correctamente, es bastante estrecho, más que un coche grande,” dijo.

Pero en general, sintió que estaba empezando a entenderlo mejor. “Al menos me siento confiado en el coche, y sé qué hacer para el futuro, supongo.” Ahora espera compensarlo en la carrera y dar a sus fans locales algo por lo que animarse.