Fabio Quartararo ha expresado su satisfacción por el cambio de enfoque de Yamaha esta temporada, incluso cuando los resultados no han cumplido las expectativas.

En un esfuerzo por volver y competir por las victorias, Yamaha ha adoptado gradualmente una estrategia de desarrollo más agresiva. Con más libertad de pruebas proporcionada por el sistema de concesiones de MotoGP, el fabricante japonés introdujo rápidamente nuevas piezas, que se integraron rápidamente en las motos de Quartararo y Alex Rins.

Esto supuso un cambio respecto al enfoque tradicional de Yamaha en cuanto a actualizaciones. Quartararo comentó estos cambios entre bastidores tras una temporada en la que a la M1 le faltó ritmo para acabar en el podio.

«Por supuesto, esperaba que [la moto] fuera un poco más rápida», admitió Quartararo. «Pero en la primera parte de la temporada, más que la mejora en la moto, fue la forma en que cambiamos el trabajo lo que, para mí, fue realmente importante: cambiar la mentalidad.

«La concesión también ayudó. Cuando un motor funcionaba [en las pruebas], lo teníamos inmediatamente para la siguiente carrera. No teníamos que esperar a que la moto pasara por pruebas exhaustivas o controles de seguridad. Si funcionaba, la utilizábamos. La primera mitad fue así.

«Y en la segunda mitad, dimos un paso adelante significativo en algunas áreas, particularmente con la electrónica».

Quartararo demostró su fe en Yamaha al firmar una ampliación de contrato este año, comprometiéndose con el equipo hasta finales de 2026. Destacó que los cambios de mentalidad dentro del equipo fueron un factor clave para su continuidad.

«Al menos mientras yo esté aquí, seguirá así», dijo. «Si no, no podría continuar. Acabamos de cambiar las cosas este año.

«Este nuevo enfoque se mantendrá en los próximos años, porque hemos visto que da lugar a pequeños pero significativos progresos».

Las actuaciones de Quartararo esta temporada fueron elogiadas por todos, ya que consiguió extraer el máximo potencial de la moto. Sin embargo, un problema de combustible le impidió en dos ocasiones terminar el gran premio, y aunque cruzó la meta tercero en la carrera al sprint de Jerez, una penalización por la presión de los neumáticos le costó el podio.

De cara a 2025, Yamaha se beneficiará de su nuevo equipo satélite, junto con Jack Miller y Miguel Oliveira, que correrán para el equipo con contratos de fábrica. Quartararo cree que las pequeñas mejoras, junto con los datos de cuatro motos, ayudarán a Yamaha a desafiar pronto a otros equipos punteros.

«Ahora mismo, sólo puedo compararme con mi compañero de equipo porque sólo hay una Yamaha en la clasificación», explicó. «El año que viene, tener otras tres Yamahas con pilotos de fábrica será fantástico: más información, más datos.

«Este año ha sido difícil para nosotros. Tenemos que abordar algunas áreas clave, no necesariamente para ganar, porque todavía estamos muy lejos de eso, pero al menos para luchar por terminar entre los cinco primeros».

«Paso a paso, creo que lo estamos consiguiendo».