La Comisión de Grandes Premios de la FIM está a punto de aprobar la congelación del desarrollo de motores en MotoGP, que entrará en vigor en 2025 y durará hasta finales de 2026, como parte de las medidas de control de costes. Se espera que esta decisión se discuta durante la próxima reunión del GPC, que se celebra antes del segundo Gran Premio de Misano.

Bajo la congelación, los equipos deben homologar sus motores antes del Gran Premio de Tailandia que abre la temporada.Una vez aprobados, estas unidades de potencia no pueden ser modificadas hasta el final de la temporada 2026, limitando el desarrollo durante este periodo. Sin embargo, Yamaha y Honda, dos fabricantes que actualmente se benefician de las normas de concesión de MotoGP, estarán exentos de esta restricción a menos que su rendimiento mejore significativamente, poniendo en peligro su estatus de concesión. Esta exención es vital para Yamaha, que se encuentra en proceso de desarrollo de su primer motor V4 para la próxima era, alejándose de su tradicional configuración de cuatro cilindros en línea.

Los cambios reglamentarios en MotoGP suelen provocar conflictos entre los fabricantes, cada uno con intereses diferentes en función de su posición en el campeonato. Yamaha, por ejemplo, se beneficia de la congelación mientras mantenga sus concesiones, lo que le permite seguir desarrollando su nuevo motor sin restricciones. El departamento técnico de Yamaha, ahora dirigido por Luca Marmorini, ha estado trabajando en este nuevo motor durante meses.El plan de Yamaha es introducir el nuevo motor V4 de 1000cc en 2025 y perfeccionarlo hasta 2026, antes de reducirlo a 850cc en línea con la normativa de 2027.

A pesar de la lógica de contención de costes, esta estrategia ha suscitado duras críticas dentro de la Asociación de Fabricantes. Algunos argumentan que el cambio de Yamaha de un motor en línea a un V4 requiere una inversión tan importante que contradice la intención de la congelación, que se supone que limita el gasto en desarrollo. Los críticos argumentan que no tiene mucho sentido anunciar una congelación al tiempo que se permite a un fabricante gastar millones en una nueva arquitectura de motor.

Honda se encuentra en una posición similar a Yamaha, aunque con menos certidumbre. Al igual que Yamaha, Honda ha estado invirtiendo mucho en su motor RC213V, pero los resultados han sido dispares. Un reciente test en Misano dejó a sus pilotos poco impresionados, lo que indica que el nuevo diseño del motor puede no ofrecer las mejoras esperadas. No obstante, Honda valora la flexibilidad que supone estar exenta de la congelación de motores, ya que cree que el desarrollo de los mismos es clave para su resurgimiento.

Mientras tanto, otros fabricantes como KTM y Aprilia tienen diferentes perspectivas sobre la congelación. KTM, que ha tenido problemas financieros debido al descenso de las ventas, da la bienvenida a la norma ya que indirectamente limita el gasto en MotoGP. Aprilia, por su parte, ocupa una posición intermedia. La compañía ha encontrado un delicado equilibrio a la hora de asignar recursos a su proyecto de MotoGP. A pesar de su presupuesto controlado, los resultados de Aprilia han sido buenos.

Ducati, potencia indiscutible de la actual parrilla, ha dominado la temporada 2024 con su Desmosedici. La congelación de motores hará aún más difícil que sus rivales puedan alcanzarla. Con Ducati ya tan por delante, la nueva normativa probablemente cimentará su superioridad hasta que entre en vigor el nuevo reglamento en 2027.

La próxima congelación ya ha desatado tensiones entre los fabricantes debido a su impacto. Mientras Yamaha y Honda siguen volcando recursos en el desarrollo de motores bajo el sistema de concesiones, otros fabricantes como KTM y Aprilia dan la bienvenida a las restricciones, con la esperanza de igualar las condiciones. Mientras tanto, Ducati parece dispuesta a mantener su dominio en el futuro inmediato. Con la introducción de los nuevos motores de 850cc y una normativa aerodinámica más estricta en 2027, MotoGP se prepara para una revisión técnica, pero hasta entonces, el panorama parece favorecer a Ducati.