Alex Rins ha dicho que sus problemas con el rendimiento de Yamaha no están relacionados con la lesión de Mugello del año pasado.

Recientemente, tanto Rins como Fabio Quartararo han manifestado su frustración por la falta de agarre de la M1. En el Gran Premio de Japón, ambos pilotos tuvieron dificultades. Quartararo terminó duodécimo, 32 segundos por detrás del ganador de la carrera, Francesco Bagnaia, y perdió una posición con Johann Zarco en la última vuelta por un problema de combustible. Este fue el segundo problema de Quartararo relacionado con el combustible en tres semanas.

Rins lo pasó aún peor en el Gran Premio de Japón, terminando penúltimo, justo por delante del piloto probador de Yamaha, Remy Gardner. Conocido por su humor y su naturaleza habladora, Rins no estaba nada contento con su actuación.

Rins todavía camina con una notable cojera debido a la lesión de tobillo que sufrió en Mugello el año pasado y que le hizo perderse 12 carreras. Esta temporada, tras otra caída en Assen, tuvo que ausentarse de las carreras de Alemania y Gran Bretaña. Su mejor resultado desde que llegó a Yamaha procedente de Honda ha sido un noveno puesto en Aragón. A pesar de ello, Rins insiste en que su lesión en la pierna no está afectando a su pilotaje.

Rins afirma: «La gente saca conclusiones equivocadas. Si mi pierna izquierda fuera como la derecha, mis resultados serían exactamente los mismos. Sobre la moto, no me afecta en absoluto».

Yamaha se encuentra actualmente en un periodo de transición, con el objetivo de volver a lo más alto bajo la dirección del nuevo director técnico Max Bartolini, que se incorporó a Yamaha este año. El fabricante también está trabajando en un nuevo motor V4, que esperan probar la próxima temporada.

«Está claro que no tendremos el motor V4 para las últimas carreras», dijo Rins. «Si tenemos suerte, podría debutar a mediados del año que viene, pero necesitamos soluciones antes».

Y añadió: «Estamos en un punto crítico. No es que no trabajemos duro, es que no estamos obteniendo resultados. Mi ritmo cardiaco no baja de 190 pulsaciones por minuto en una carrera, y eso para acabar último, a 40 segundos del líder. Esto no puede seguir así».

En Misano, Quartararo logró terminar séptimo, lo que despertó cierta esperanza en Yamaha. Pero Rins cree que esto se debió en gran parte a la cantidad de tiempo en pista que Yamaha tuvo en Misano, más que a una mejora genuina de la moto. Dos tests y dos Grandes Premios en el mismo circuito les permitieron entender mejor los problemas de agarre trasero, pero siguen teniendo problemas en otras pistas.