Después de años en los que la temporada arrancaba en Bahréin, el Gran Premio de Australia vuelve a ser la primera carrera del calendario, como debe ser. Siempre hay algo especial en el ambiente que se respira en Albert Park cuando es la ronda inaugural, con los aficionados, los equipos y los pilotos ansiosos por ver dónde están realmente tras meses de especulaciones. Y este año, hay mucho de qué hablar.

La noticia más importante de cara a la carrera es, por supuesto, el debut de Lewis Hamilton en Ferrari. Después de más de una década con Mercedes, ha hecho la mayor apuesta de su carrera, con la esperanza de ganar su octavo título mundial vestido de rojo. Melbourne nos dará la primera indicación real de si eso es posible o si Ferrari sigue teniendo los mismos problemas de siempre. Hamilton no querrá perder tiempo para demostrar que ha tomado la decisión correcta, y si está cerca de la cabeza, es de esperar que luche por la victoria.

Al otro lado del garaje, Charles Leclerc estará igual de decidido a demostrar que Ferrari sigue siendo su equipo. Si el coche es rápido, podríamos ver una batalla temprana entre los dos compañeros de equipo, lo que sería un escenario de ensueño para los aficionados, pero una pesadilla para los estrategas de Ferrari.

Luego está Max Verstappen. Tras conseguir su cuarto título consecutivo el año pasado, llega a Melbourne como vigente campeón pero hay algo de duda sobre si su equipo le dará un coche que pueda ganar el campeonato. También tiene un nuevo compañero de equipo, Liam Lawson, que tiene mucho que demostrar. Red Bull nunca ha sido el equipo más fácil para los pilotos jóvenes, y con tanta presión para que rinda, necesitará una primera carrera limpia y sólida.

Para el público local, todos los ojos estarán puestos en Oscar Piastri. Tuvo una temporada impresionante el año pasado, y con McLaren mostrándose fuerte en las pruebas, esta podría ser su mejor oportunidad hasta ahora para un gran resultado en su Gran Premio de casa. Ningún australiano ha ganado nunca en Melbourne, y aunque una victoria podría ser una exageración, un podio no es descabellado. Si McLaren es competitivo, estará en la pelea.

Otro australiano en la parrilla es Jack Doohan, pero las expectativas para él son mucho menores. Acaba de subir a un asiento de F1 a tiempo completo y ya está bajo presión, especialmente por parte del piloto reserva de Alpine, Franco Colapinto. Si quiere mantener su puesto a largo plazo, tendrá que demostrar que pertenece a la F1, pero Melbourne probablemente no será el lugar donde eso ocurra. Sólo necesita pasar el fin de semana sin cometer errores graves.

Albert Park ha cambiado mucho a lo largo de los años, con ajustes en el trazado para mejorar las carreras. La pista es rápida, pero los adelantamientos pueden seguir siendo complicados, por lo que la estrategia y la gestión de los neumáticos serán cruciales. El tiempo también podría influir, ya que se esperan condiciones calurosas durante todo el fin de semana, pero existe la posibilidad de que llueva el domingo.

Una cosa es segura: Melbourne siempre ofrece espectáculo. Ya sea un ganador sorpresa, un accidente inesperado o el comienzo de una nueva rivalidad, aquí siempre ocurre algo.