El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, se enfrenta a una creciente presión a medida que Motorsport UK amenaza con emprender acciones legales por las preocupaciones sobre la gobernanza y la transparencia en el seno del órgano rector del automovilismo.

David Richards, presidente de Motorsport UK y ex director de un equipo de F1, ha adoptado una postura firme contra el liderazgo de Ben Sulayem, detallando sus preocupaciones en una carta dirigida a los miembros de la FIA. La carta, motivada por lo que Richards calificó de "gota que colma el vaso", llega después de que él y otros miembros del Consejo Mundial del Deporte del Motor (WMSC) no pudieran asistir a una reunión reciente por negarse a firmar un acuerdo de confidencialidad recientemente introducido.

En su carta abierta, Richards criticó el acuerdo de confidencialidad por considerarlo una "orden de mordaza" y acusó a Ben Sulayem de incumplir las promesas clave realizadas durante su campaña electoral de 2021.

“Desde hace algún tiempo, me preocupa la erosión de la rendición de cuentas y el buen gobierno dentro de la FIA,” escribió.

Richards señaló que Motorsport UK había apoyado la elección de Ben Sulayem basándose en tres principios fundamentales: un enfoque no intervencionista por parte del presidente, el nombramiento de un director general capaz y una total transparencia en la toma de decisiones. Sin embargo, argumentó que estos compromisos no sólo no se han cumplido, sino que la situación ha "empeorado progresivamente".

Una de las principales quejas de Richards’ es la gestión de la gobernanza interna de la FIA, en particular en relación con los Comités de Auditoría y Ética, a los que, según afirma, se ha despojado de autonomía. También destacó la marcha de la Directora General de la FIA, Natalie Robyn, después de sólo 18 meses, así como la destitución de funcionarios que desafiaron la autoridad del presidente. Además, Richards expresó su preocupación por la creciente dependencia del voto electrónico, que, según él, limita el debate significativo sobre cuestiones clave dentro del WMSC.

La introducción del nuevo acuerdo de confidencialidad se convirtió en el punto de inflexión para Richards. Afirmó que, si bien ya había firmado un acuerdo al incorporarse al WMSC en 2021, los nuevos términos propuestos eran mucho más restrictivos.

Se opuso a tres aspectos clave: la amplia clasificación de toda la información como confidencial, el poder unilateral de la FIA para determinar infracciones sin el debido proceso, y una multa inmediata de 50.000 euros por cualquier violación, con la amenaza de más sanciones financieras.

Cuando él y otros miembros se negaron a firmar, se les prohibió asistir a la reunión del WMSC—una medida que, según él, constituye una violación directa de los estatutos de la FIA. Desde entonces, Richards ha pedido aclaraciones legales al equipo jurídico de Motorsport UK y al abogado francés, desafiando las acciones de la FIA y exigiendo respuestas.

“Es muy decepcionante informar de que todavía no hemos recibido una respuesta a estas cuestiones o a la pregunta fundamental que planteé: ¿en qué parte de los Estatutos de la FIA se establece que un miembro electo sea excluido de una reunión?” escribió.

Sigue abierto a firmar un acuerdo de confidencialidad revisado, pero insiste en que primero deben abordarse las cuestiones de gobernanza. La carta concluye con una firme advertencia: a menos que la FIA tome medidas correctivas, Motorsport UK está dispuesto a escalar el asunto a través de canales legales.

 “Estas acciones de la FIA incumplen sus propios Estatutos,” declaró Richards.

“Como resultado, hemos informado a la FIA de que a menos que aborden las cuestiones que hemos planteado, emprenderemos nuevas acciones legales.”

A las puertas de las elecciones presidenciales de la FIA, Richards hizo hincapié en la importancia de que el órgano de gobierno rinda cuentas, garantizando que la transparencia y el buen gobierno sigan siendo el núcleo de su liderazgo.