Isack Hadjar estaba teniendo un buen fin de semana de debut en el Gran Premio de Australia. Se mostró rápido en los entrenamientos, rodando regularmente entre los diez primeros, y estuvo cerca de alcanzar la Q3 en la clasificación del sábado. Saliendo desde la undécima posición de la parrilla, se había preparado bien para su primera carrera de Fórmula 1.

Pero el domingo, la fuerte lluvia hizo que el circuito de Albert Park fuera complicado de manejar, convirtiendo la carrera en un verdadero desafío. Desafortunadamente para Hadjar, su primera carrera terminó antes incluso de empezar.

Durante la vuelta de formación, Hadjar perdió el control de su VCARB 02 en la curva 2. Al acelerar, su coche golpeó las resbaladizas líneas blancas del circuito urbano, lo que le hizo hacer un trompo y estrellarse contra las barreras. El impacto dañó tanto su coche que no pudo empezar la carrera. Fue un momento desgarrador para el piloto de 20 años, al que se le vio con el casco puesto para ocultar sus emociones mientras regresaba al paddock.

Entre los que le apoyaron estaba Anthony Hamilton, padre de Lewis Hamilton, el piloto al que Hadjar admira desde niño. Hamilton padre se identificó con las dificultades de los jóvenes pilotos que intentan triunfar en la F1 y sintió la necesidad de consolar a Hadjar.

“Cuando vi lo que pasó, mi corazón se hundió por él,” dijo a Sky Sports F1.

“No sólo por él, sino por sus padres y todo lo que han hecho para llegar a este momento. Sentí como si se lo hubieran arrebatado. Me sentí fatal por él, así que pensé, sabes qué, tengo que ir y decirle a este chico: ‘Mantén la cabeza alta, camina con la cabeza alta, vas a volver’ Creo que es un piloto fenomenal, de verdad que sí.”

El propio Hadjar admitió que se sintió fatal por el accidente, no por sus emociones, sino porque simplemente se sintió frustrado por su error.

“Me siento avergonzado hoy, y sólo puedo aprender de mi error y pedir disculpas al equipo,” dijo. “Las condiciones eran complicadas, y desde las vueltas de instalación, sentí muy poco agarre y poca confianza. En la vuelta de formación, intenté preparar los neumáticos todo lo que pude, pero por desgracia, tuve un trompo y el coche no se pudo salvar; me sentí como un pasajero antes de chocar contra el muro.”

Sin embargo, no todo el mundo se mostró comprensivo. El asesor de Red Bull, Helmut Marko, no se mostró impresionado por la emotiva reacción de Hadjar.

“Isack Hadjar hizo un poco de llorar después de su accidente,” Marko dijo a ORF. “Eso fue un poco embarazoso.”

A pesar de la decepción, Hadjar tuvo un fin de semana fuerte en general. Mostró un buen ritmo durante los entrenamientos y estuvo cerca de alcanzar la Q3 en la clasificación. Ahora, tendrá que dejar atrás este contratiempo y centrarse en aprovechar al máximo su próxima oportunidad en la F1.