El año pasado, bajo la dirección de Ben Sulayem, la FIA introdujo normas más estrictas para castigar a los pilotos por utilizar un lenguaje grosero al hablar con la prensa.

Estos cambios se pusieron en marcha rápidamente, y Max Verstappen se convirtió en el primer piloto sancionado bajo la nueva normativa. Se le impuso una orden de servicio comunitario de un día por insultar durante una rueda de prensa en el Gran Premio de Singapur.

Poco después, Charles Leclerc recibió una multa de 10.000 euros, la mitad suspendida, por un incidente similar en el Gran Premio de México. Esto provocó un debate sobre si castigar a los pilotos por insultar era necesario o excesivo.

De cara a la temporada 2025, la FIA ha ampliado aún más su reglamento, haciendo posible que los infractores reincidentes se enfrenten a castigos aún más severos.

Las normas actualizadas no se limitan a las palabras malsonantes. La FIA ha otorgado a los comisarios el poder de sancionar a los pilotos por cualquier tipo de mala conducta, incluidas las declaraciones que puedan considerarse ofensivas, la difusión del odio o la violación de la norma de neutralidad de la FIA en asuntos políticos y personales. Estas sanciones pueden incluir multas, suspensiones e incluso la deducción de puntos en el campeonato, aunque los comisarios no están obligados a aplicarlas en todos los casos.

Otro gran interrogante es cómo tratará la FIA los mensajes de radio de los pilotos durante las carreras. Los pilotos suelen decir palabrotas en caliente, sobre todo cuando se comunican con sus equipos. Pero el presidente Ben Sulayem no parece interesado en darles mucha libertad de acción.

En su intervención en una cumbre de la FIA en el Circuito del Jarama, se le preguntó cómo planea la FIA tratar las palabrotas por radio. En un vídeo compartido por el medio español SoyMotor, sugirió que se están considerando múltiples opciones.

“¿Seguimos adelante y luego apagamos las radios de las comunicaciones en directo? Tal vez ¿Lo retrasamos? Tal vez,” dijo.

“Hay muchas cosas en las que trabajaremos con nuestros promotores. Seguimos siendo los propietarios del campeonato."

No está claro si se refería a prohibir completamente los mensajes radiofónicos o sólo a impedir que se emitan, pero lo segundo parece más probable.

Ahora mismo, los mensajes de radio se emiten con un breve retraso para censurar cualquier lenguaje malsonante, pero los aficionados suscritos a servicios premium pueden escucharlos en directo. Si la FIA decide intervenir, podría cambiar la forma en la que estos mensajes se comparten con la audiencia, afectando a una de las partes más atractivas de la Fórmula 1 para los aficionados.