El circo de la Fórmula 1 se dirige ahora al circuito de Jeddah Corniche, donde equipos y pilotos se preparan para un fin de semana caluroso y exigente bajo el sol de Arabia Saudí.

Después de un fin de semana abrasador en Bahrein, el paddock no tendrá mucho alivio en Jeddah. Las previsiones apuntan a altas temperaturas similares durante los tres días de acción, y se espera que el calor y la humedad lleven al límite tanto a los pilotos como a los coches.

Las sesiones de entrenamientos del viernes, especialmente la FP1, se celebrarán durante el día y se espera que sean las más calurosas del fin de semana. Se prevé que la FP1 se celebre bajo un calor de 35ºC, con una alta humedad que hará que se sienta aún más calor. La temperatura de la pista podría llegar a los 60ºC, lo que supondría un esfuerzo adicional para los neumáticos y afectaría a los niveles de agarre. Aunque la superficie de Jeddah es menos abrasiva que la de Bahrein, el desgaste de los neumáticos y la refrigeración seguirán siendo preocupaciones importantes.

El sábado no habrá muchos cambios, con temperaturas de unos 30 grados durante la FP3 y la clasificación. Se espera un viento suave del noroeste, con rachas de hasta 30 km/h durante la tarde antes de calmarse por la noche. Los equipos tendrán que gestionar sus tandas con cuidado para mantener la temperatura de los neumáticos bajo control, especialmente bajo los focos durante la calificación.

El domingo, día de la carrera, continuará la tendencia de tiempo seco y caluroso, con temperaturas en torno a los 31ºC al apagarse el semáforo. Los vientos podrían aumentar a primera hora del día, con rachas de hasta 35 km/h, aunque deberían amainar cuando comience la carrera. Debido a la ubicación del circuito, cerca del desierto de Arabia, el polvo y la arena podrían ser un factor a tener en cuenta si cambian los vientos, lo que podría afectar a las condiciones de la pista y a la visibilidad.

No se esperan probabilidades de lluvia en todo el fin de semana, por lo que será un clásico desafío en seco en Jeddah. Los equipos que mejor gestionen el desgaste de los neumáticos y la refrigeración del motor probablemente saldrán vencedores en lo que se perfila como otra dura prueba bajo el calor del desierto.