En la reunión de la Comisión de la F1 celebrada el jueves en Ginebra, los cinco fabricantes de motores que competirán en la temporada 2026, es decir, Mercedes, Ferrari, Red Bull Ford Powertrains, Audi y Honda, se reunieron para debatir posibles cambios en el reglamento de las unidades de potencia.

Un punto clave fue la sugerencia de reducir el nivel de despliegue de energía eléctrica durante las carreras. Esto alteraría el reparto de potencia equitativo previsto entre el motor de combustión interna y el motor eléctrico, cambiándolo a una proporción de 60 a 40. A pesar de la importancia de la propuesta, no se llevó a cabo ninguna votación ni se alcanzó ningún acuerdo.

El cambio propuesto estaba motivado por la preocupación de que, en determinados circuitos con largas rectas, los coches pudieran quedarse sin energía eléctrica antes de las zonas de frenado. Esto obligaría a los pilotos a levantar el pie del acelerador antes, lo que podría afectar tanto al rendimiento como a la calidad de las carreras.

El plan actual para 2026 prevé una potencia de 350 kilovatios del motor eléctrico, frente al 20% de los motores actuales. La revisión reduciría esta potencia a 200 kilovatios en condiciones de carrera, aunque los sistemas de clasificación y "push-to-pass" seguirían utilizando la totalidad de los 350 kilovatios.

Red Bull apoya la reducción, mientras que Mercedes se mantiene firmemente en contra. El director del equipo, Toto Wolff, criticó la propuesta, describiéndola como poco realista sin las pruebas adecuadas. Argumentó que cualquier problema debería abordarse una vez que se disponga de datos reales de los coches en funcionamiento.

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Además de Mercedes, Honda y Audi también prefieren mantener sin cambios la normativa actual. Dado que los cambios en el reglamento requieren el apoyo de cuatro de los cinco fabricantes, la falta de alineación hizo que la propuesta no pudiera avanzar.

"La Comisión de F1 discutió en principio refinamientos a la estrategia de gestión de la energía para 2026, así como medidas para abordar los problemas financieros a los que pueden enfrentarse los Fabricantes de Unidades de Potencia que experimenten un bajo rendimiento o problemas significativos de fiabilidad en 2026," dijo la FIA.

"Todos estos temas se discutirán con más detalle entre los especialistas de los comités consultivos correspondientes."

La Comisión también debatió preocupaciones más amplias sobre el equilibrio competitivo bajo las nuevas normas. Hubo acuerdo general en que pueden ser necesarios mecanismos de apoyo para los fabricantes cuyos motores se queden atrás en rendimiento o fiabilidad. Se mencionaron ideas como el aumento de las ayudas para pruebas de banco de potencia o el ajuste de los costes máximos, pero no se tomó ninguna decisión definitiva. Estos temas serán estudiados más a fondo por el grupo de trabajo de unidades de potencia.

En otro orden de cosas, la Comisión abordó la cuestión de los incendios de hierba que se produjeron durante los entrenamientos del Gran Premio de Japón. Estos incidentes se produjeron porque las chispas de los tacos de titanio prendieron fuego a la hierba seca que había junto a la pista. Una sugerencia fue utilizar acero en lugar de titanio en los circuitos de alto riesgo, pero esta propuesta no fue adoptada. La FIA confirmó que se seguirán investigando posibles soluciones.