La FIA ha endurecido recientemente sus normas sobre las palabrotas de los pilotos, amparándose en el artículo 12.2.1k de su Código Deportivo Internacional, que penaliza las palabras o acciones que puedan dañar la reputación o los valores de la FIA.

Esto se produjo después de que el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, declarara que “los pilotos de F1 no son raperos” y apelara al uso de un lenguaje respetuoso, con el objetivo de proteger a los oficiales de la FIA de las reacciones abusivas de los aficionados. Sin embargo, algunos ven en ello una limitación de la expresión de los pilotos.

A pesar de que algunas personas lo ven como una limitación a la expresión de los pilotos, Max Verstappen fue el primero en ser sancionado bajo esta regla después de que insultara durante una rueda de prensa en Singapur, lo que resultó en un requisito de servicio comunitario.

Ahora, Charles Leclerc podría enfrentarse a un castigo similar. Tras el Gran Premio de México, en la rueda de prensa de la FIA, el monegasco soltó un improperio al hablar de un casi fallo en la curva de Peraltada.

“Tuve un sobreviraje, y luego cuando me recuperé de ese sobreviraje, tuve un sobreviraje desde el otro lado, y entonces yo estaba como, 'F***!'.”

Luego se dio cuenta rápidamente y se disculpó por su lenguaje, pero todavía podría ser demasiado tarde.

“¡Lo siento! ¡Oh no! Oh nooo! I don’t want to join Max,” Leclerc se rió.

La FIA está revisando actualmente si el lenguaje de Leclerc le llevará a una sanción similar a la de Verstappen. Aunque todavía no hay una decisión, esta postura más estricta sobre el lenguaje muestra la intención de la FIA de controlar la conducta de los pilotos, especialmente en entornos de alto perfil como las ruedas de prensa.