La Grand Prix Drivers Association (GPDA), que representa a todos los pilotos de F1, emitió recientemente una declaración al presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, destacando las preocupaciones sobre la gestión de las sanciones y la necesidad de un enfoque respetuoso hacia los pilotos.

La declaración, compartida en la nueva cuenta de Instagram de la GPDA, llega después de los recientes incidentes en los que Max Verstappen y Charles Leclerc fueron sancionados por insultar durante las ruedas de prensa—Verstappen fue asignado a servicios comunitarios en Singapur, y Leclerc fue multado con €10.000 en México, la mitad de los cuales están suspendidos.

La GPDA expresó su frustración por estas sanciones, argumentando que los conductores, como profesionales, no necesitan ser vigilados por cuestiones menores como el lenguaje, especialmente cuando se refieren a un coche, no a una persona. También pidieron a Ben Sulayem que reconsiderara su enfoque, afirmando que desean ser tratados como adultos.

Además, los conductores pidieron más transparencia sobre el destino del dinero de las multas, ya que actualmente hay poca claridad sobre cómo se utilizan estos fondos. Creen que todas las partes interesadas deben poder opinar sobre cómo se gasta el dinero, para garantizar que beneficia al deporte.

La GPDA, liderada por el presidente Alexander Wurz y con George Russell y Sebastian Vettel como directores, enfatizó su compromiso de trabajar con la FIA para asegurarse de que las decisiones apoyan el campeonato y mejoran la experiencia de los aficionados.