Alrededor de 100 empleados del programa de motores Alpine de Fórmula Uno tienen previsto asistir a los entrenamientos del viernes en el Gran Premio de Italia para protestar contra la decisión de la empresa de poner fin a su proyecto de unidades de potencia para la F1 en 2026.

Alpine, propiedad de Renault, utiliza actualmente motores construidos en Viry-Châtillon, Francia. Sin embargo, en julio, la compañía anunció que dejaría de producir sus propias unidades de potencia a partir de 2025 y pasaría a utilizar motores de clientes a partir de 2026. La decisión final sobre el futuro de Viry-Châtillon se espera para el 30 de septiembre, con Alpine en conversaciones con Mercedes para suministrar motores.

Dos grupos de empleados de Viry-Châtillon se situarán en las tribunas a lo largo de la recta principal y a la salida de Parabólica. Llevarán una pancarta con un "mensaje claro y no agresivo, abogando por el mantenimiento de un motor francés en la F1." Los participantes irán vestidos con camisetas blancas con el logotipo de la escudería francesa y el hashtag #ViryOnTrack, junto con brazaletes negros.

El Comité de Empresa expresó su frustración en un comunicado, diciendo: "No entendemos qué justifica matar a esta entidad de élite de la F1 que es la escudería Viry-Châtillon y traicionar su legado y su ADN implantando un corazón Mercedes o cualquier otro en nuestra F1 Alpina"

Ambos pilotos, Pierre Gasly y Esteban Ocon, se desmarcan de la situación y según han declarado a los medios, están totalmente centrados en ofrecer un buen resultado al equipo, que es lo más importante para ellos. 

En respuesta, Alpine reconoció las actividades planeadas y confirmó que serán pacíficas y no interrumpirán las operaciones del equipo. La compañía añadió que el proyecto de transformación sigue en revisión, y que las conversaciones con los empleados de Viry continuarán en las próximas semanas.