Max Verstappen fue sancionado con servicios a la comunidad por los comisarios de carrera en el Gran Premio de Singapur por emplear un lenguaje inapropiado durante la rueda de prensa oficial del jueves.

Esto se produjo tras un comentario del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, que dijo que "los pilotos de F1 no son raperos" y animó a los pilotos a evitar insultos durante las ruedas de prensa e incluso en las comunicaciones por radio durante las carreras.

El vigente campeón reaccionó a la sanción celebrando sus propias ruedas de prensa informales en el paddock de Singapur, después de limitarse a dar breves respuestas durante las ruedas de prensa de la FIA durante el resto del fin de semana.

Antes del Gran Premio de Estados Unidos, el holandés dijo que todavía no había recibido todos los detalles de su castigo, pero que seguiría celebrando sus propias sesiones con los medios de comunicación, donde continuaría compartiendo sus pensamientos libremente.

“No he escuchado nada, así que sí, para mí, realmente no cambia nada con la situación,” dijo Verstappen citado por Motorsport.com.

“Quiero decir, yo también prefiero hablar menos por lo que está bien para mí.

“Al final del día, cada uno tiene su propia opinión, pero está bastante claro que, como ya he dicho que era una tontería.

“Siempre estoy abierto a charlar [con Ben Sulayem], pero por mi parte en este momento no soy yo quien tiene que tender la mano con estas cosas. Simplemente vivo mi vida y continúo, nada cambia."

Verstappen llega al fin de semana con 52 puntos de ventaja en el campeonato sobre Lando Norris, mientras Red Bull se prepara para desplegar nuevas mejoras que ayuden al holandés a conseguir su cuarto título consecutivo.